Nomofobia: predicciones de una pandemia sin precedentes

El uso de los teléfonos inteligentes va creando una especie de adicción que los psicólogos han coincidido en llamar nomofobia: «no-mobile-phone phobia» o dependencia al teléfono móvil llevada al extremo.

Según Ericsson, compañía sueca de telecomunicaciones, existen aproximadamente 7.5 millones de  líneas de telefonía móvil. Tanto es así, que por primera vez el número de líneas supera el número de la población mundial y la cifra continúa creciendo vertiginosamente. A tal punto, que en 2019 un 70% del planeta estará conectada a Internet desde un Smartphone.

¿Qué sucede si la nomofobia se convierte en una pandemia global? ¿Qué otras afecciones relativas al universo digital pueden afectarnos? No deje de leer el interesante post del miércoles.

La nomofobia se considera una adicción. Los afectados acuden a centros de desintoxicación

Nomofobia. La enfermedad de andar con el móvil a cuestas

Si eres de los que revisa constantemente el celular este post te viene como anillo al dedo. Debes saber que el término nomofobia es muy nuevo y constituyó el resultado de un estudio llevado a cabo por el Reino Unido en 2011.

De las más de dos mil personas sometidas a análisis, más de la mitad presentó ansiedad al perder su teléfono móvil, al agotárseles la batería, concluir el crédito y perder la cobertura, entre otras situaciones en donde el móvil sale de circulación. Los usuarios alegaban estresarse por dos motivos: aislamiento de familiares y amigos, y motivos laborales.

La nomofobia severa resulta peligrosa por los niveles de stress que puede causar

Nomofobia en escala de tres: leve, moderada o severa

Según la Universidad de Iowa, la nomofobia se clasifica en leve, moderada o severa. Ello depende de los síntomas que usted presente frente a cada situación que lo involucre a usted y su celular. Son varios los indicadores que evalúan su nivel de dependencia. Ellos son: frecuencia de uso, abstinencia y fantasías ante la ausencia. También, deseos persistentes, empleo para todas las actividades y desplazamiento de la vida social.

Las ciberadicciones alejan del mundo real y provocan autismo inducido

Nomofobia, Phubbing y ciberadicciones: alerta temprana

El término «phubbing» apareció hace once años, junto al desarrollo exponencial de los teléfonos inteligentes. Etimológicamente se debe a la unión de las palabras inglesas pone y snubbing, teléfono y despreciar, respectivamente. Se define teniendo en cuenta la actitud de un usuario frente a su dispositivo móvil, ya sea teléfono inteligente, tableta, PC portátil, etc. O sea, se extiende más allá de la nomofobia.

El peligro de que los menores de edad contraigan esta adicción alarma a los profesionales de la psicología. Los pronósticos indican hacia autismos inducidos, violencia, asilamiento y demás síntomas, como si se tratase de una auténtica droga. Y de hecho lo es.

A ellos se suma, para englobarlos, la ciberadicción. Expandiéndose como una verdadera pandemia global, las ciberadicciones incluye la obsesión tanto con los videojuegos, como con el chat, las redes sociales, hasta englobar cada una de las funcionalidades del universo digital.

¿Conclusiones?

En este mundo, donde la virtualidad se ha convertido en un modo de vida necesario, debemos andar con pies de plomo para no caer en la nomofobia, el phubbing o las ciberadicciones. Tan sutiles como las auténticas drogas, la era digital instaura nuevas adicciones y pone a prueba la resistencia humana frente a la costumbre.

El trabajo hala y quienes estamos obligados a ganarnos el pan a través de las tecnologías de la información y las comunicaciones, hoy —más que nunca— necesitamos un espacio para desintoxicarnos. Sin embargo, son los niños y adolescentes quienes deben ser supervisados respecto a estos fenómenos del siglo XXI.

Por hoy, es todo lo que ofrece nuestra sección de noticias. Manténgase al tanto del resto de los post de la semana. ¡Buenos días! ¡Y muchos éxitos!